Con un gol de cabeza de Marquinhos en el minuto 44 del segundo tiempo, Brasil derrotó por 1-0 a la selección peruana en el estadio Nacional de Lima.
Si bien una derrota ante los pentacampeones del mundo es una posibilidad para cualquier selección, el resultado deja un gran sinsabor en la afición blanquirroja, considerando lo hecho por el cuadro peruano a lo largo de prácticamente todo el partido.
La defensa peruana supo controlar las incursiones verdeamarillas, con Renato Tapia rechazando cada bola que llegaba con peligro, con Aldo Corzo anticipando a los atacantes rivales y Marco López trajinando en la contención y recuperación.
En el medio terreno, Yoshimar Yotún cumplió en la creación y robó balones. Y mientras estuvo en cancha, André Carrillo supo esconder el balón para generar faltas a favor de Perú ante un Brasil al que no se le puede dar ninguna ventaja.
El capitán Paolo Guerrero en lo suyo a lo largo del primer y segundo tiempos, controlando las balones que le llegaban desde la medular y jalando marcas de la defensa visitante.
Y así llegó la selección hasta el minuto 89, cuando un tiro de esquina ejecutado por Neymar desembarcó en el centro del área para la cabeza de Marquinhos. Servicio preciso, definición contundente: nada que reclamarle a Pedro Gallese, que ya había salvado algunas ocasiones.
La celebración verdeamarilla en el borde de la cancha iba escoltada por la desazón de la hinchada peruana, tanto la que asistió al estadio Nacional, como la que siguió la transmisión por televisión e internet. Es verdad que en el fútbol no hay merecimientos, pero el resultado más justo hubiera sido un empate.
El partido correspondió a la segunda fecha de la clasificatoria sudamericana para el Mundial 2026.